Castigo por hacer el imbécil

No me hizo falta ponerme ropa de deporte, no la iba a necesitar. Esperaba que la señorita Olsen no se retrasara porque estaba de muy mal humor y no respondía de mí. Nunca en todos mis años de profesor había visto una clase convertida en un cabaret. Eso era una vergüenza. Crují mis nudillos todos a la vez. Ya era hora de imponer disciplina a los recién llegados.

Me dí toda la prisa que pude para cumplir el periodo de tiempo que me había permitido el profesor para cambiarme. Pero con tanta prisa ya llegué cansada a donde estaba él.
-No puedo más...- suspiré en cuanto llegué y me puse a su lado, tirándome al suelo por el sofoco.

Lo que me faltaba por oir es que ya venía cansado y aún no habíamos empezado el castigo. Eso ya era el colmo.
-Pues deberías porque estarás aqui unas cuantas horas- le advertí cruzándome de brazos- Ve corriendo hasta el extremo del fondo y vuelve aquí. Reìte esa operación una y otra vez. En éso emplearás esta preciosa tarde.

Agaché la cabeza, y asentí. Aunque no estaba en condición de correr hasta que a él le diera la gana que yo parara. Comencé, y a los cinco segundos ya estaba sudando como un cerdo, sentí que hacía demasiado calor, que el sol quería acabar conmigo junto con el profesor. Me dolía la cabeza, me estaba empezando a marear.
-Necesito parar...- le dije mientras caía de rodillas al suelo.

-Haberlo pensado antes de ponerse a bailar en cancan en clase- le reprendí- Aparte está en muy baja forma, y para mi clase debe tener más fuerza física. Beba un poco de agua y vuelva a repetir el ejercicio otra vez.

Miré a Nessie como me defendía y sentía como si hubiera pasado un rayo de luz para guiarme. No quería correr más, ese profesor estaba loco me quería matar. Me incorporé para agarrar la botella de agua y bebermela entera.
-Necesito una ducha...- esbocé mientras me echaba el agua por la cabeza, l oque me dió un aspecto a rata mojada.

Observé como un enojado clon de la señorita Olsen se aproximaba hacia mí con ganas de protestar.Y escuché sus protestas sin inmutarme lo más mínimo, no había nada que me prohibiera castigar a un alumno cuando me placiera.
-Es su castigo madam- le expliqué ya que no sabía cual era su nombre- y si es una iniciada le aseguro que después del día de hoy ya no lo será. Así la próxima vez se lo pensará dos veces antes de hacer algo como lo que hizo.

-Como si hace huelga de hambre en las puertas de Medianoche- repliqué mientras me situaba delante de ella todo lo grande que era para intimidarla- la señorita Olsen está castigada, y más le vale no interrumpirnos si no quieree acabar castigada usted también, y le aseguro que será peor que correr bajo la luz del sol. Soy profesor y le aseguro que a su hermana no le pasará nada, sólo que olerá bastante mla cuando acabe y tendrá que ir corriendo a la ducha. Eso es todo.

Al oír las palabras del profesor me temblaron las piernas. Dios, no podría estar así mucho mas rato, yo siempre me escapaba en las clases de educación física y nucna había corrido tanto. Me agarré de Nessie suplicante.
-No por favor- le supliqué- no volveré a bailar, por favor, no quiero correr más. Siento que me mareo.
Ya no me mareaba, pero no quería seguir corriendo, así que tube que fingir un poco.

No había cosa, que me pusiera más furioso, que un alumno aciendome cara. Y encima criticando mi forma de educar a mis alumnos. Se me empezaba a inchar la vena del cuello, y eso era malo, pero muy malo.
-Si no me marcha inmediatamente la pasará mal, créame- dije intentando contenerme- ¡Y usted!- dije señalando a la otra- ¡Vuelva a repetir el ejercicio de nuevo!

-Gracias Nessie- le agradecí- te quiero, eres la mejor.
Hice lo que me dijo y me fuí corriendo a duchar, le debía una. Me puse la peluca de Nessie. Siempre llevabamos una en la mochila cada una, para cambiarnos en los exámenes. Ya que siempre que una se le diera mal la materia, a la otra se le daba bien, y las usábamos muy amenudo.
off: me voy a la cama XD mañana sigo. Adios buenas noches

Observé como me habían echo caso ambas. Las dí un minuto para ir al baño, y a partir de ahí todo fue a mejor. La señorita Olsen se habia adaptado al rítmo, pero algo no me gustaba... No estaba sudando.
-¡Acelera el rítmo!- le ordené. Era increíble que hace un momento estuviera sudando y ahora pareciera una corredora profesional.

Si de veras creía que no iba a sudar estaba muy equivocada. Avancé hasta ella y me quité los zapatos y la chaqueta para correr mejor.
-Sigue mi rítmo- le ordené friamente- si lo haces bien te quitaré el castigo.

No podía creer lo que estaba viendo. Simplemente era algo que uno no esperaba encontrarse. Una peluca... Por qué demonios las dejaría ir al baño...
Intentó escaparse, pero por suerte la agarré del brazo antes de que pudiera salir corriendo.
-Olsen...- sonaba enfadado. Y no sólo enfadado sino lleno de una furia infernal, me habian engañado como a un bobo- Como ha osado...
Intenté relajarme, intenté pensar que eran jóvenes, que no pensaban lo que hacían, pero... Y un cuerno, claro que sabían lo que hacían.

No me esperaba su reacción. Esperaba que me atacara en cualquier momento para que la soltara. Y por supuesto no estaba preparado para que se pusiera a llorar. Y por lo que escuché su historia no era muy bonita. ¿Como no apiadarme? Claro que me apiadé, pero no lo mostré. No estaba preparado para las hormonas adolescentes.
-Está bien, me habéis engañado como a un tonto- musité mientras le posaba una mano en su hombro- pero no pensaré tu castigo ahora. No llores. Ve con tu hermana, y dile que quedáis castigadas de por vida.

La vi alejarse, mientras fuí a recoger mis zapatos y mi chaqueta. Vaya día. Pero para la próxima vez ya sabría diferenciar a las Olsen. Y no me volverían a engañar. Me las iban a pagar todas en clase. Pero no pude evitar sonreir. Vaya alumnado más peculiar me había tocado este año. Me empecé a calzar, y comprobé que ya se había marchado. Sería una buena alumna en esgrima de seguro, tenía una buena resistencia.
Volví a crujirme los nudillos antes de partir a Medianoche. Intimidaría a unos cuantos alumnos y luego me iría a descansar a mi cuarto.