Por un segundo...

Llevaba rato buscando a la señora Bethany, pero ni por asomo la encontré, me sentí culpable por todo lo ocurrido. Pero no estaba sola en la biblioteca, me llevé el mal conmigo. Me había seguido hasta la biblioteca, en cierto modo me sentí aliviada por haberlo alejado de Mimi y Nessie, pero por otro lado estaba aterrada. Estaba claro, ni aun estando muerto me iba a dejar en paz. De repente los libros empezaron a caer de las estanterías, la sillas empezaron a levitar, y de repente la biblioteca parecía poseida por los demonios. Me empezó a faltar el aire, como si algo me presionara el cuello, y antes de darme cuenta, me había desmayado...

Comencé a seguir a Jill, luego de recuperarme y casarme con Robert. Todo sucedió en 3 segundos, cuando ví a Jill echada en el suelo, y los libros que levitaban cayeron repentinamente, pero seguí notando el frío. Comencé a sacudir a Jill y con la mano que tenía mi reluciente anillo de bodas comencé a hacer reflejos en su cara así podría despertar.

_¡Jill! ¡Jill!. - Comencé a gritar, yo no le temía al fantasma, las ganas de desterrar al fantasma eran más fuertes que mi miedo.

mi nombre, lo oí repetidas veces. Había dos caminos, el que me conducía a esa voz, y otro ke parecía mas terrorífico ke Medianoche. En aquel camino estaba él, esperándome, con una sonrisa. "Ven" me dijo, "Ven". De repente sentí un calor extraño, mi piel se volvió pálida, sentí una gran fuerza fluyendo sobre mí, y en mi boca... Sobresalían dos largos y afilados colmillos. Él cesó de llamarme, había visto mi repentina transformación. Me miraba distinto, esta vez, él me tenía miedo a mí. Pero de repente volví a mi verdadera forma, y él furioso me gritó más y más fuerte, "¡Ven!". Corrí hacia el otro camino, muerta de miedo, él gritaba cada vez más pero no salía de aquel camino. "¡Ven! Tu sitio esta aquí ¡Ven!". Me fuí alejando poco a poco de él, mientras su voz sonaba cada vez más en mi cabeza...
Me desperté junto a Nessie, que no paraba de zarandearme de delante a atrás.
-Que pedazo de anillo...- dije totalmente mareada, pero fue lo primero ke ví al despertar- He tenido un sueño rarísimo...

_Gracias. - Dije, parando de zarandearla. Suspiré con alivio, pero tenía bastante hambre. Luego de perder tanta sangre te dá tentación, negué a mis sentimientos y abracé a Jill - ¿Que has soñado? Tranquila. - Dije viendo su respiración agitada, y cada vez que su corazón daba duros golpes contra su cuerpo, la tentación se volvía mayor. Logré controlarme, apretando mis labios y abriendo grandes los ojos viendo hacia el techo, arrodillada frente a ella.

-Le he echo enfadar, pero nosé porque, es como si tuviera miedo de que yo hiciera algo...- no estaba muy segura, tal vez sólo fuera un sueño estúpido- Quería que fuera con él, pero había otro camino que no quería que cruzara... Fué muy extraño.

_Entiendo, te entiendo perfectamente. - Dije, sinceramente. Los fantasmas solo le tenían miedo/asco/odio a los Vampiros. Era obvio que el espíritu no quería que Jill se transformara, pero, ¿qué lo hizo saber eso? Me estremecí, no sabía si tenía la fuerza de autocontrol suficiente, o por lo menos no sabía si ese debía ser mi trabajo. - Y... ¿Tu que tenías de extraño? - Pregunté. Si tenía colmillos y pupilas dilatadas, ese era su destino, un horrible destino.

-La verdad... Me veía distinta, no era yo misma, mi piel ya no era mulata, y...- dios como decirlo? se iba a reír, era algo disparatado- Te vas a reir pero... Era algo parecida a un vampiro- me empecé a reír sola, me sentí ridícula- sí, como esos de las películas, me he debido de dar un buen golpe en la cabeza...

Comencé a respirar agitada, con el gesto de sorpresa paralizado. Fingí reir un poco, pero mi risa se cortó, y definitivamente era completamente fingida. Asentí con la cabeza, mirando al alrededor. Si ese era mi trabajo, era demasiado complicado. Jill ¿sobreviría? ¿Quien la convertiría? Yo no tengo el autocontrol.... o al menos no lo he probado. Nunca puse en riesgo a nadie. Fingí una linda sonrisa.

_Tranquila, debe ser solo un sueño. - Mentí y la ayudé a levantarse mientras que yo me levantaba.

Me incorporé, gracias a la ayuda de Nessie, y pude ver el mal estado en que se encontraba la biblioteca...
-Será mejor que limpie esto- dije mientras empezaba a recoger unos libros- o me podrían castigar de por vida...

_No, no, tranquila. - Dije, cerrando mis ojos un momento y volviendolos a abrir. Sacudí mi cabellera amarronada, y empujé levemente a Jill hasta la salida. - Si nos vamos ahora mismo, creerán que fué un temblor o algún fantasma bromista, vámonos. - Dije, tomando un par de libros que lucían bastante interesantes.