Alondra

Nombre completo: Alondra Thieme

Edad: 110 años, aparenta 10 años.

Raza: Fantasma.

Descripción física: Una niña de 1,20 m de altura, cabello negro, liso, sonrisa amplia y traviesa. Su piel es pálida, en su rostro se encuentra una cicatriz que muestra la causa de su muerte: un golpe fuerte en la cabeza. Se ubica en el lado derecho de su sien. Sus mejillas muestran heridas, así también el resto de su menudo cuerpo de niña. Lleva un vestido celeste gastado, con manchas de sangre y polvoriento. Tiene detalles con bordados blancos, holgado, de mangas largas y cuello alto. Muy propio de las familias de 1800. También lleva una muñeca de trapo, de cabello y vestido blanco, no se separa de ella. La muñeca también tiene ese estilo desgastado del vestido de la niña.

Descripción psicológica: Algunos podrían tacharla de malvada, pero no es así, es traviesa… y malvada. Su cuerpo jamás fue encontrado en aquel barranco y nadie vengo su muerte. Aún espera que sus huesos se encuentren y al fin descansar. Pero, mientras tanto, le gusta hacer bromas pesadas: asustar, mover objetos, robar objetos, congelar cosas y buscar con quien jugar.

Hobby: Recorrer pasillos, andar por rincones y buscar un amigo.

Historia: La pequeña Alondra nació en una familia burguesa de Chile. Vivían en una casona en el centro de la ciudad y su posición social era gracias a la profesión de su padre: medico. Todos conocían a la familia Thieme, sí sus antepasados eran de Alemania.

Los años que vivió con sus padres fueron felices y mimados. Era la menor de cuatro hermanos, ella era la única fémina y era la consentida de todos. Solía correr por toda la casa y reír frecuentemente. Sus diez años fueron preciosos. Pero algo presagiaba su final.

Un día de primavera decidieron partir a Inglaterra de vacaciones. El padre de Alondra deseaba conocer aquel país para obtener más conocimientos en su ciencia. La familia completa partió entonces a aquel país.
Tras varios días de viaje en barco, llegaron al lugar. Alondra estaba feliz, conocería un lugar nuevo y podría probar otros dulces. El desembarco fue perfecto y pronto la familia Thieme subieron al auto que habían traído y partieron a la casa de una familia amiga.

En el lugar los recibieron afectuosamente. Alondra fue la más abrazada, todos querían conocer a la única niña del matrimonio, la opinión general de ella fue: una linda e inquieta pequeña.

Al día siguiente, el señor Thieme se subió a su automóvil y se dirigió a la ciudad. Pero no iba solo, la pequeña Alondra lo acompañaba, también la muñeca favorita de la niña: Blanca. Llegaron a la ciudad. Los trámites allí fueron lentos y la niña se aburrió mucho entre conversaciones de hombres de ciencia. Pronto llegó la noche y la niña dormía entre los brazos de su padre. Era hora de partir.

Al salir de la casa de reunión, la calle estaba desolada y fría. El hombre camino con su hija hacía el coche, pero un ruido le hizo voltear: una pandilla de asaltantes lo tenían rodeado y querían su dinero. El médico les explico que no portaba nada y en eso, sintió un violento golpe en su cara, que lo hizo caer y soltar a la niña. Alondra abrió los ojos y vio a su padre, él le dijo –Corre.- y ella aturdida y confundida se echo a correr en cuanto vio una mano que quería atraparla.

Esa noche corrió, corrió y corrió. Llego a un lugar con muchos árboles y se cobijó bajo uno de ellos. Se quedo allí, temblando, llorando y abrazando a Blanca. Estaba asustada y quería a su papá. Cerró los ojos y sintió un fuerte golpe en la cabeza. Cayó inconsciente. Sintió que la levantaron del suelo y la lanzaban por un barranco. Las piedras dañaron su piel, su vestido y a su muñeca. Finalmente su cuerpo llego al fondo y no supo nada más.

Despertó nuevamente y vio su cuerpo maltrecho en el fondo del barranco. Su asesino también miraba desde el borde de éste, sonrió y se fue. La niña hizo crujir sus dientes, lo trato de perseguir, pero él no la veía. Ella no podía hablar y eso le desesperaba.

El tiempo pasó y ella recorrió varios lugares. Vio a su madre llorar, a sus hermanos desolados y a su padre malherido. Todos lloraban su perdida y no sabían que había pasado con ella. Ella se quedo en esa casa por muchos años, vio morir a sus padres y luego partir a sus hermanos.

Finalmente se convirtió en una errante e hizo de las suyas cuando descubrió lo que podía hacer. Muchos fueron espantados por ella, se escucharon rumores de una niña de vestido celeste que aparecía en las casas.

Vio pasar muchas cosas en sus 110 años y la vida cambiaba cada día más. Un día descubrió un lugar donde habitaban criaturas que no eran humanas, entre otros humanos. Criaturas que tiempos antes había conocido: vampiros. Seres detestables, pero era divertido jugar con ellos. La pequeña fantasma decidió quedarse en aquel lugar y convertirlo en su hogar, hasta que sus huesos fueran encontrados.

Bienvenida seas Alondra, muy triste tu historia pero me encanto.
Diviertete asustando!
Un beso.

Gracias Bianca! ^^