♥♥♥UNA VIDA SIN TI♥♥♥

Hola a todos!!!!!!, este es mi primer fic publicado, es algo que se me ocurrió junto con una amita del cole….. jejejje. Espero que les guste, aquí les dejo el prefacio, xfis dejen sus comentarios para que nos impulsen a seguir!!!

PS: quisiera dejarles algunas cosas para que comprendan mejor la historia:
• El Fan fic es de la saga crepusculo de Stephanie Meyer
• Los párrafos en cursiva son flashblack
• Los párrafos en cursiva y entre “…” con los pensamientos de la gente (mas adelante)
• Es como una recopilacion de la vida de Edward (de la saga Crepusculo) con algunos agregados mios.....jejej.. espero que les guste.... xfis denle una oportunidad!!!!!..... les dejo el prefacio ... comenten!!!!



PREFACIO

Siempre supe que toda historia tiene un final, pero nunca me imagine que la nuestra la tuviera. Después de todo lo vivido, después de todas las cosas por las que pasamos, pero creo que el destino me arrebato la vida.
Nunca voy a olvidad como nuestros corazones se encontraban, pero nunca lo llegamos a apreciar. Era tan hermoso mirarla y ver ese lado de amor irradiándose a mi cuerpo ¿Dónde estaría ahora? ¿El destino, que tan cruelmente nos separo, nos volvería a reunir en alguna otra vida? ¿Su espíritu se fue para siempre o regresaría en otra persona?

No estaba seguro de ninguna de las respuestas, solo estaba seguro que Valeria nunca mas estaría a mi lado, ella ya no estaría junto a mí.

Gracias!!!!!!!!!! eres mi primera lectora en este foro!!!..... y la verdad no te equivocaste en todo.... es Edward pero hablando de Valeria jejejjej.......como tambiene eres admiradora de Crepusculo te sabras parte de su vida.. lo que yo voy a hacer en este fic es contarla al completo pero a mi imaginacion jejejje...... espero que les guste!!

Aqui les dejo el primer capitulo... espero que le den una oportunidad, al inicio es algo cursi... pero espero que se ponga mejor...jejeje

CAPITULO 1: "Dolor"

“Como fue que tan solo en unos días
La vida perdiera razón y sentido de ser
Que la vida se esfumara sin más y sin nada que decir
Como fue que la vida se nos fue…”

*-*-*-*-*

Había pasado casi un mes desde la muerte de Valeria. Aún recuerdo como si fuera ayer el día cuando nos conocimos, pero más recuerdo con un dolor que carcome mi alma las últimas semanas…
Estábamos en la primera guerra mundial, algunos japoneses lograron infiltrarse, Valeria y yo intentamos escapar, pero nunca supimos que llegaría nuestro final…
Empezaron a venir a mi mente momentos flash…, un corredor largo y oscuro que parecía no tener fin, el sonido de las pisadas detrás de nosotros, grandes paredes de color gris, una luz al final de la negrura total que nos envolvía, Valeria tomando el camino equivocado…No podía revolcarme en mi dolor, sentía en el pecho una presión que me desgarraba el corazón, pero aun así mi mente seguía recordándome esos momentos de gran dolor.

Ella estaba en el hospital en un pequeño cuarto al final del pasillo, era un lugar muy lúgubre, se podían escuchar voces que provenían de otras habitaciones que denotaban dolor y angustia, pero de su cuarto no se escuchaba nada. Así que me acerque, rogando porque estuviera bien, me cruce en la entrada con el doctor de turno y una enfermera que salían con una mirada de lastima y compasión hacia mi, pero cuando intente preguntar que sucedía no pudieron ni devolverme la mirada y se marcharon dejándome con la duda…

¿Qué pasaba conmigo? ¿Es que era masoquista? ¿Por que recordaba esos momentos tan dolorosos? Aunque uno de ellos se quedaba porque yo me aferraba a el, intentando creer que era verdad, que esa promesa pudiera hacerse realidad.

Ella estaba tendida en una cama de hospital, herida de muerte pero con una sonrisa en el rostro cuando atravesé la puerta de su habitación, entrelace mis manos con las suyas y ella seguia sonriendo; hasta que unas lagrimas salieron de mis ojos y ella empezo a consolarme fue que habló:
- No llores... porque nada, ni el tiempo y mucho menos la muerte hará que nuestro amor termine- con su voz temblorosa y unas lagrimas cayeron sobre su mejilla
- Es que…no, por favor no digas eso, no te despidas… tu y yo estaremos juntos por siempre!!- las lagrimas caían sin cesar por mis mejillas mojando la mano que tenia en mi rostro
- Shhh.., te quiero mucho…- y esas fueron sus últimas palabras…., su mano soltó las mías y sus ojos poco a poco se cerraban para nunca mas despertar.

Y así mi vida cambio, un día estaba feliz con al chica que amaba y al otro se me arrebato el corazón, la vida, junto con ella…

esta un poco raro, pero es para que, mas a delante se entienda el "dolor" de Edward, aunque no me gusta verlo sufrir... DEJEN SUS COMENTARIOS!!! XFIs!!!

wauuuuuu......... chic@s gracias!!!...... estoy en examenes por lo que no voy a poder colgar esta semana.... pero les dejo el cap 2 mientras tanto, si encuentro un pokis de tiempo subo un cap mas..

CAPITULO 2: “Reclutado”

“Ya se que no vendrás
todo lo que fue, el tiempo lo dejo atrás
se que no regresaras
por mas que lo prometiste
se que nunca volverás…”

*-*-*-*-*

No hallaba consuelo y la vida no tenia sentido, quería encontrar un final a todo esto, uno que me llevara donde ella estaba. Le rogaba a Dios todos los días que me ayudara a encontrar la paz o algo parecido, y el único lugar que se podía asemejar a eso era mi cuarto, un rincón de la casa en el que se podría respetar mis sentimientos…

Un día de esos en el que me revolcaba en mi dolor, se escuchaban gritos y llantos de dolor. Baje las escaleras con un poco de temor y encontré a mi madre tirada en el suelo juntamente con mi padre, quien la abrazaba con fuerza contra su pecho. Me acerque corriendo hacia ellos bajando de dos en dos los escalones y ver que pasaba con mis padres para que tuvieran sus fracciones cubiertas por una aura de dolor y sufrimiento tan profundo.

Justo cuando faltaba menos de un metro de distancia entre mis padres y yo, unas fuertes y callosas manos me agarraron por el cuello de la camiseta, me sacaron de mi casa y me unieron a una fila de jóvenes.
No tenia idea de lo que estaba pasando, hasta que divisé que nos llevaban a un campo de concentración…, ahora entendía porque mi padre gimoteaba y mi madre gritaba de dolor. Al estar todos dentro un general o algo por el estilo (parecía tener un rango más o menos alto), empezó a explicar la razón de que estuviéramos aquí.

- Ustedes están aquí para defender a su país, a su patria- cuando pronuncio esas palabras la adrenalina empezó a correr por mis venas, era una sed, una sed de venganza
- Es un gran honor el que se les ha concedido- claro que lo era, el honor de poder matar a aquellos que me quitaron la felicidad, aquellos que se llevaron la razón de mi vida, aquellos que mataron a Valeria y me dejaron en un mundo donde ya no quedaba esperanzas ni paz para mi. Y así el general continuo hablando y dándonos instrucciones sobre lo que haríamos de ahora en adelante.

Nos instalamos en unos cuartos fríos con solo una frazada, nos levantaban de madrugada para los entrenamientos, después venia el desayuno, si se le podía llamar así, luego mas entrenamiento, el almuerzo, otra vez a entrenar… y por la noche terminábamos molidos.
Así era mi rutina desde ahora, no era lo que tenia en mente, pero me consolaba saber que mis padres estaban bien y que muy pronto vengaría la muerte de mi amor…

A las dos semanas de estar internado en ese **** lugar, el general me saco en pleno entrenamiento y me llevo al hospital. Durante el camino sentí una especie de deja vú, sentí que todo se volvía a repetir: nadie me hablaba y cuando intentaba preguntar sobre el tema nadie era capaz de mirarme a los ojos y explicar el motivo de venir aquí, caminar por el mismo pasillo del mismo hospital en que perdí a la razón de mi vida lo hacia todo aun mas doloroso e incomprensible.

Antes de entrar, el general me dijo que obedeciera a todo lo me dijeran sin preguntar. Al pasar el umbral de la puerta, una enfermera ya mayor me llevo a una sala blanca con una pequeña banca donde me indico que me sentara. Yo obedecí sin preguntar; al minuto regreso con una jeringa y unos pequeños tubos, me levanto la manga de mi camisa, ato una especie de soga en mi brazo e inyecto la aguja en mi piel, me estaban sacando una muestra de sangre.

Cuando termino pensé que eso era todo para lo que me habían traído, pero me equivoque. Después de eso me dirigieron a otro cuarto y antes de entrar me dijeron que tratara de comprender, que esto le podía pasar a cualquiera… ¿pero que iba a comprender?, apenas sabia donde estaba y que me habían sacado una muestra de sangre sin que supiera el porque, yo me sentía bien, al menos no enfermo. Antes de que terminara de cavilar sobre esto me ofrecieron unos guantes y una mascarilla; cuando termine de ponérmelos me vinieron a ala cabeza imágenes de mis padres…

Preguntas sin respuesta acudían a mi mente mientras caminábamos en silencio. Mientras pasábamos por las habitaciones buscaba a alguien conocido, pero en si no sabia a quien buscaba; de repente vi a mis padres postrados en un catre individual cada uno, se veían delgados, débiles y con ojeras que distorsionaban la imagen que tenia de ellos. ¿Que había pasado, que tan solo en dos semanas que me aleje de ellos los encuentro en un hospital con suero en los brazos?

Me acerque a mi padre y le acaricie la mejilla, aun con los guantes puestos podía sentir la calentura de su cuerpo ¡Dios mío, estaba ardiendo! ¿Por qué estaba así? Luego de estar un momento con el fui con mi madre y ella si se despertó en cuanto me acerque lo suficiente para acariciarle el pelo.

- Edward, hijo, no te preocupes por nosotros, nos vamos a recuperar
- Se que va a ser así mamá pero me voy a quedar contigo hasta que eso pase
- No Edward, tú tienes una vida y debes de vivirla, Tienes que tener una profesión, una esposa, hijos…
- Nooo!!, una esposa no, yo quiero a Valeria y eso nunca cambiara
- Hijo, no dije lo contrario, pero ella te estará cuidando desde el cielo…- estaba tan frágil y sin fuerzas que se quedo dormida, sin un solo movimiento salvo su rasposa y forzada respiración.

Mi padre no fue tan tranquilo, se empezó a retorcerse a cada rato por todo el catre, cuando iba a decirle al doctor de turno que lo ayudara porque me preocupa su reacción, empezó a quejarse de dolor y a suplicar que pare, que pare la quemazón. Nunca lo había visto así, el siempre me infundió coraje y fortaleza, era muy desconcertante e insoportable verlo morir poco a poco…

Había escuchado tan solo rumores de la gripe española, pero nunca pensé que esto le pasaría a mi familia

La enfermera entro rápidamente al escuchar los gritos de mi padre inyectándole una sustancia que lo calmo poco a poco…
No pude dormir toda la noche mirando a mis padres tan débiles, tan vulnerables, tan enfermos. Nada de esto me sentaba bien, me sentía cansado, con sueño, con el cuerpo hecho polvo, pero tenia que ser valiente, tenia que ser fuerte por ellos y no mostrar debilidad.

dejen sus comentarios para que siga!!!

Hola chic@a!!!!!!!!!! 1000000000000000000000 disculpas x no actualizar antes, disculpen esk estuve muy ocupadita!!!... bn un par de cositas: Lo k esta entre "..." y en otro color (rojo oscuro) es un sueño okas??... y les adjunto una foto de Valeria..... bn aki les mando el cap3, espero k lo disfruten...
PS: toi adjuntando una foto pa k vean como es Vale!..jejje[/spoiler]

CAPITULO 3: “Inesperado”

“Ya se que no vendrás
todo lo que fue, el tiempo lo dejo atrás
se que no regresaras
por mas que lo prometiste
se que nunca volverás…”

*-*-*-*-*

Mi padre se sumergió en un profundo sueño, pero inquieto, aunque seguía vivo, su corazón poco a poco se apagaba; estuvo así durante dos días y al tercero empero. Se empezó a revolcar por todo el catre, que no era muy grande, empezó a gritar de dolor, a alucinar con mi abuelo, alucinaba con su niñez…

Yo no sabia que hacer, una enfermera ya había entrado y trataba de calmar a mi padre con algún otro medicamento, pero ya no respondía a ellos. Me sentía impotente, no podía soportar observar a mi padre gritando de dolor y ver como la fiebre acababa poco a poco con su vida; quería ayudar, hacer cualquier cosa para salvarlo, pero en ese momento entro el doctor Carlisle, vio a mi padre que se retorcía por el sufrimiento que le causaba aquella enfermedad y luego a mi. Me alo por un brazo suavemente, casi con ternura, alejándome de la habitación y de los enloquecedores aullidos de dolor de mi padre.

- Hijo, vas a tener que ser fuerte… tu padre ya no tiene muchas esperanzas de sobrevivir.
- Pero debe haber algún remedio…
- No Edward, no hay ning… -
- ¡¡No importa cuanto cueste!!- lo interrumpí a mitad de la frase frenéticamente, lo que había dicho no podía ser cierto, ¡mi padre no podía morir…!
- No es si puedes pagar vives, y si no puedes, mueres, Edward, no hay medicamentos para esta enfermedad, no hay ninguna alternativa que pueda salvarlo.
Carlisle me miro durante unos segundos y luego se fue dejándome solo en medio del pasillo, aturdido y con una opresión en el pecho.
Volví a la habitación en la que estaban mis padres y lo que encontré me descoloco: Mi madre había reunido las escasas fuerzas que tenía a causa de la gripe para incorporarse junto a la cama de mi padre, su rostro estaba bañado en lagrimas y sus manos aferraban las de mi padre como si así pudiera retenerlo un poco mas de tiempo…

- Edward, amor, por favor no te vayas, no me dejes…
- Querida, no llores, nos volveremos a encontrar en el cielo y volveremos a ser felices- la voz de mi padre era totalmente deplorable, pastosa y sin fuerzas, no… ¡no se podía morir!
- ¡No te despidas!, ¡no lo hagas…!
- No amor, esta ya es una despedida…aunque separados por el momento… siempre estaremos unidos por un sentimiento…- Mi mirada y la de mi padre se encontraron y con una seña de su mano me llamo.
- Hijo mío, has feliz a tu madre…
- No padre, no te vayas, ¡no me dejes!
- Escucha, cuida a tu madre, honrala y respétala y tu también se feliz…- giro su cabeza
para que sus labios y los de mi madre se encontraran por ultima vez y con un débil estremecimiento se quedo tumbado en el catre, su corazón poco a poco empezó a parar y con un ultimo suspiro nos aviso que había muerto…

Mi madre empezó a llorar cada vez con mas intensidad, diciendo palabras incoherentes a causa de la fiebre, las fuerzas la habían abandonado al igual que mi padre nos abandono a los dos. Como pude la lleve a su catre y llame a la enfermera para que se ocupase de ella, necesitaba ser fuerte por mi madre para que no sufriera pero al salir de la habitación no pude mas, empecé a llorar desesperadamente, como un niño pequeño al que se le arrebata algo que quiere con todo el alma. ¿Por qué tenia que pasar esto? ¿Por qué el destino se empeñaba en hacerme sufrir? ¿Acaso no le bastaba con haberme arrebatado el amor de mi vida? ¿Ahora también me quitaba a mi familia?

De repente me empezó a faltar el aire, sentí que me mareaba poco a poco y que las fuerzas me abandonaban ¿Qué pasaba? ¿Por qué el cuarto se movía?, me sentía débil, mi cuerpo se adormecía y poco a poco la luz desapareció…

Desperté al día siguiente, o eso parecía, en un catre y con suero en mi brazo ¿acaso estaba enfermo? Intente levantarme pero no tenia mucho dominio de mi cuerpo, mire a mi alrededor y logre enfocar a mi madre, quería hablarle, tocarla y asegurarme de que seguía viva, ella estaba a un escaso metro de mi y justo cuando iba a tocar su mano el doctor Carlisle apareció.

Se acerco a mí con sus guantes puestos y me tomo la temperatura, ¡su mano estaba totalmente fría!

- Edward, lamento informarte que estas enfermo…
- No puede ser- me sorprendí por mi voz, era rasposa y salía con dificultad de mi garganta que ardía al igual que el resto de mi cuerpo- yo me estaba cuidando al acercarme a mis padres y…
- Lo lamento Edward, esta enfermedad es así y no tiene precedentes, en algún momento te encuentras bien y al siguiente estas postrado en una cama con temperatura, esta enfermedad te carcome, acaba con tus defensas poco a poco y cuando te das cuanta ya no hay solución
- Pero ¿me puedo recuperar? – pensé en mi madre que había perdido a un esposo, ¿ahora también tendría que perder a un hijo?
- Si, pero es muy difícil en tu estado: te has desvelado por muchos días y nos has ingerido alimentos apropiadamente… lo lamento

Dicho esto el Dr. Carlisle se fue, dejándome absorto en mis pensamientos y conjeturas…

Y así llegaría el final de mi vida, ¿tan fácil era morir?, la fiebre iba en aumento y me dejaba sin fuerzas, estaba empeorando mucho. Estuvimos con mi madre en el hospital por no se cuanto tiempo, los días y las horas habían dejado de tener significado para mi; cada vez llegaban mas y mas enfermos pero aun así el Dr. Carlisle siempre se tomaba la molestia de visitarnos todos los días, tengo que admitir que le tome mucho cariño.
En uno de esos días en los que el sueño me vencía entro el Dr. Carlisle, pensé que si me hablaba y me dormía seria una horrorosa falta de respeto, aunque estuviera enfermo, pero no se acerco a mi sino al catre que tenia al lado, a mi madre…

- Elizabeth, me sorprende tu recuperación
- Gracias doctor, ya sabe, cuando deseas vivir por tu hijo haces cualquier cosa
- …mmm, lo siento yo no tengo hijos, no estoy casado…
- Lo lamento doctor no quise…
- No se preocupe, de lo único que tiene que preocuparse es de seguir recuperándose de esta manera
- Gracias doctor

Por mas que hubiera querido no pude escuchar mucho mas, la fiebre que tenia agotaba todas mis fuerzas y el solo hecho de estar despierto me dejaba exhausto por lo que me dormí tratando de no pensar ni sentir nada. Algunos días podía sentir mi cuerpo, sentirme vivo, pero eso no era bueno porque sentía todo el dolor de la enfermedad y los recuerdos de mi sufrimiento se rememoraban en mi mente, por eso el dormir era algo que me hacia olvidar todo, el solo hecho de no sentir nada, era el mejor regalo que podía pedir.

“Estaba en la clase de ciencias naturales sentado en una de las carpetas de atrás, vi un bolígrafo caerse de la carpeta continua y justo cuando lo recogía otra persona también lo hacia… en cuanto nuestras manos se tocaron sentí una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo
- Amm.., ¿me puedes dar mi bolígrafo?
- Si claro, ten – dije dándole su bolígrafo al tiempo que miraba sus ojos de un azul verdoso con unos cuantos mechones de su cabellera rubia sobre ellos.
- Gracias- dijo con una pequeña sonrisa
- Lo siento, no me he presentado, mi nombre Edward Cullen
- Yo soy Valeria Tomson
- Un placer
- Igualmente
En cuanto termino la clase espere a aquella chica en la puerta, pero se estaba demorando demasiado así que entre al aula y me acerque a ella, pero cuando lo hice sus cuadernos resbalaron de sus brazos y ella se tambaleo cayendo en mis brazos, parecía que no tenia mucho equilibrio…
En un instante el sueño se trasformo en pesadilla, Valeria empezaba a gritar y a sangrar en mis brazos, yo desesperado trataba de ayudarla pero no sabia como.
De repente se desmayo en mis brazos y sin dudarlo la lleve al hospital, todo se torno rojo, escuchaba gritos, sentía que alguien me seguía y empecé a socorrer con Vale en brazos. La persecución era mas intensa y yo estaba muy agotado, sentí la voz de mi padre llamándome, quise encontrarlo pero no lo veía por ninguna parte, me sentía desfallecer estaba realmente cansado y con un dolor agudo en el pecho.
Sin ningún aviso sentí un arrullo, como una caricia que cuidaba de mi, algo fresco toco mi frente y me sentí mucho mejor, era realmente agradable, el calor bajo y por algún motivo también la persecución, incluyendo toda la tensión de la pesadilla. Me deje llevar por esa extraña sensación de amor y consuelo mientras el sueño me adormecía durmiéndome poco a poco al fin”

El dolor que me oprimía el pecho me despertó, no podía respirar bien y mi corazón latía erráticamente.
Mire a mi alrededor buscando a mi madre, pero sentía como las fuerzas me abandonaban; aun así logre atisbar como hablaba con Carlisle, estaba muy débil, lo notaba en su voz… ¿pero como paso eso?, se suponía que ella estaba mejor que yo, que se estaba recuperando.
Quería preguntarle a Carlisle que es lo que estaba pasando con mi madre, pero la fiebre y el dolor me nublaron la mente, trate de mantenerme despierto, pero la lucidez me abandonaba, deje de luchar contra aquel sopor y me deje llevar por el horrible dolor.


si no dejan comentarios no actualizo!!!!!!!!!!!.... kiero ver muxos comentarios pa actualizar jejejej okas???.... aki les dejo a Vale!!!!

¡¡Woooooooooow!! *-* Sinceramente: este es el mejor Fic que he leido de Crepúsculo. ¡Sigue así!

Chicas, este es un pedacito k continua del cap 3... sorry, esk faltaba algo antes de iniciar el cap 4........ k pronto sera colgado, es pa k no se desubiquen y lo entiendan mejor. Besos a tod@s

Cap 3: “Inesperado” (continuacion)

Cuando recupere la conciencia me sentía desfallecer, el pecho me oprimía tremendamente y no entraba suficiente aire en mis pulmones, el calor abrasador que tenía mi cuerpo era tan grande que parecía estar en un horno a la más alta de las temperaturas y ya no me quedaban fuerzas para continuar luchando. ¿Y vivir para qué?, todo lo que quería se había ido, mi amor había muerto, mi padre también lo había hecho y era probable que mi madre hubiera seguido ese rumbo…

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pues yo ya lo había perdido todo, ya no quería continuar con este sufrimiento, ya no quería saber que todos a los que amaba habían muerto, ya no quería continuar viviendo.

Deje que la fiebre azotara de nuevo mi cuerpo sin oponer resistencia y caí inconsciente casi al instante, sabia que poco a poco mi deseo se cumpliría, que a cada minuto la vida me abandonaba y tanto mi corazón como mi cuerpo dejarían de sufrir. Solo esperaba que Dios me acogiera con él en el cielo para volver a ver a mis queridos padres sonrientes otra vez y a Valeria tan llena de alegría como antes…

No se en que momento mis pensamientos se convirtieron en un sueño, solo sabia que pronto terminaría mi vida, pronto acabaría todo, pronto llegaría mi final.

Comenten!!!

Gracias a todas por leer mi fic!!!!! muxas graxias chic@s... sorry por la tardanza!!..... bn aqui les dejo el cap 4:

Capítulo 4: Impetuoso

“Cuando el dolor te vuelve
su prisionero, no hay nada que
hacer salvo esperar a que
la muerte haga su trabajo ”

*-*-*-*-*

Al despertar estaba en una habitación muy amplia y cálida a la vez, era de mañana, estaba amaneciendo, el sol llegó primero por la ventana y luego un rayo de luz cada vez más grande y más brillante inundó la habitación. Pero mis pensamientos se opacaron con la fiebre que tenía.

Pude escuchar a alguien susurrando, me estaba hablando pero no pude comprender nada, en esos instantes sentí una especie de cuchillos atravesando mi piel, desgarrando mi cuello, y un dolor agudo empezó a correr por mis venas, un dolor que me mataba poco a poco. Empecé a gritar a todo pulmón pero aún así no se podía comparar al dolor que sentía en mi cuerpo un dolor que me carcomía, hubiera preferido la muerte, era más fácil desearla que seguir viviendo este tormento.
-¡QUIERO MORIR! -empecé a gritar – ¡Mátame! Por favor te lo suplico- pero nadie me hacía caso, lo grité mucho más fuerte pero aún así nadie fue a mi rescate.

El dolor era cada vez más fuerte y yo no paraba de pedir que me mataran y acabaran de una maldita vez con este infierno, era un verdadero calvario cada segundo que pasaba, ¿qué había hecho para merecer esto?

Deseaba fervientemente la muerte para librarme de este dolor porque no solo era dolor, sino que era más parecido a fuego, un fuego que despedía más y más calor arrasando todo a su paso. Únicamente deseaba morir, o mejor, no haber nacido nunca, toda mi vida no podía compensar este dolor. No merecía la pena vivir todo esto, vivir esta tortura ardiente durante quien sabe cuanto tiempo, era un interminable momento de dolor sin principio ni final…
Aquella quemazón infinita me abrasó sin consentimientos redoblando de forma repentina el dolor, y durante un espacio que parecía no acabarse nunca esto fue todo lo que sucedió; solo una tortura ardiente y mis gritos a todo pulmón suplicando para que me llegara la muerte.

De repente empecé a sentir como recuperaba el control de mi cuerpo poco a poco, el sentido del oído se me aguzó y me sentí mas fuerte aunque el dolor seguía ahí algo había cambiado, parecía estar disminuyendo en las puntas de los dedos de las manos y los pies. El fuego que había en mi garganta tampoco era el mismo, parecía como si estuviera muerto de sed, totalmente deshidratado, ardiendo por culpa del fuego y ahora también por la sed…

Pude sentir una respiración superficial cerca de mi y como, después de que empezara a gritar mas y mas, quien estaba a mi lado se desplazaba con pasos ligeros y rápidos hacia algún punto hasta que escuche como se cerraba una puerta; yo suplicaba que me mataran, que terminaran con esto ya sin esperanzas de que alguien me salvara de este infierno…

La puerta se volvió a abrir y escuche mucho movimiento, pero el dolor era tan insoportable que no lograba concentrarme en otra cosa que el fuego abrasante de mi cuerpo y mi garganta.
- Lo siento, lo siento…- escuchaba a una voz decir aquello cada vez que gritaba, su voz me parecía familiar, pero no lograba recordar porque… ¿Quién era esa persona?

Puede que pasaran días, semanas o años pero en un momento determinado ocurrieron varias cosas al mismo tiempo: mi mente quedo más despejada y con mayor espacio, reconocí a quien le pertenecía la voz y porque me era familiar, el tiempo volvió a adquirir significado y mi corazón parecía querer abrirse camino a través de mis costillas mientras el fuego llameó en el centro de mi pecho con mayor virulencia, ¿Cómo era esto posible?
Los latidos de mi corazón incrementaron su ritmo a una marcha casi frenética, absorbiendo los restos de las llamas de mi cuerpo para acumularse en mi pecho, en mi corazón; el dolor era desgarrador, quería morir y lo gritaba, pedía ayuda, pero nadie me ayudaba y solo escuchaba a Carlise pidiéndome disculpas y volvía a pedírmelas cada ves que clamada que me mataran.

Pero ¿por qué me pedía disculpas? ¿Por qué me dejaba sufrir y no hacía nada para poder ayudarme? ¿Por qué? De repente una lucha feroz se inicio en mi interior entre mi corazón y el fuego, era un dolor insoportable, tanto así que la espalda se me arqueo doblándome como si el fuego me estuviera alzando desde el corazón.
Mi corazón tartamudeo un par de veces y después el dolor desapareció llevándose consigo el último latido de mi corazón.

No abrí mis ojos de inmediato por el temor de lo que me encontraría, y deje a mis sentidos explorar el entorno en el que me encontraba.

Un ruiseñor empezó despedirse del día, con una melodiosa tonada, una melodía a la vida; era tan dulce, lo hacía con tanta pasión, con tanto sentimiento que era tan fácil perderme en su voz y desear verlo, pero al instante una ráfaga de aire inundo la habitación trayendo consigo un aroma dulce, aunque no tan deseable y satisfactoria a mis sentidos.
Mi garganta empezó a quemar como si el fuego siguiera ahí justo cuando iba a levantarme; abrí los ojos y pude ver al doctor Carlise, se veía muy diferente a lo que podía recordar…

dejen sus comentarios!!!

Wouauuuuu!!!!! Escribes de muerte!!!! No tienes mas???

Hola a tod@s!!! gracias por sus comentarios y bienvenidas a las nuevas lectoras!!! aki les dejo el cap 5

Capitulo 5: Nuevo Despertar


“Puede que la vida sea tan breve;
que el tiempo no se acuerde
de dictar lo que nos toca vivir.”


*-*-*-*-*

Sin siquiera pararme a pensar en lo que estaba haciendo me agazape en una posición defensiva pegándome a la pared y un rugido que me sobresalto salio de mi pecho.

Me quede desconcertado, ¿acaso había gruñido? ¿Qué estaba sucediendo? Mire a Carlisle horrorizado, ¿Qué me estaba pasando?

- Edward, tranquilízate - dijo Carlisle – *Creo que primero debe beber lo que traje, será mas sencillo, espero…*

Estaba mucho más confundido ¿Qué estaba pasando conmigo? En un momento estaba en el hospital, muriéndome por la fiebre; luego, sin ningún aviso, estaba retorciéndome por ese dolor que me quemaba por dentro llevándose mi vida y mi ser y después estaba completamente bien, pero con los sentidos mucho más despiertos y agudizados, sin contar que me estaba volviendo loco.
Las dudas me empezaron a envolver, ¿Porque Carlise no me ayudo cuando gritaba?, cuando pedía ayuda, cuando pedía que me maten, tan fácil que era…
Todos estos pensamientos los analizaba a una velocidad sorprendente, parecía que en mi cerebro hubiera mucho más espacio para las cosas racionales.

De repente, mi garganta se secó, tenía sed quería beber… ¿agua? Nooo… eso no parecía ser, pero entonces ¿Qué es lo que quería?

*Creo que mejor se lo doy ahora, antes de que ocurra algo realmente grave*

Mire a Carlisle rápidamente, ¿Qué había dicho? ¿Algo grave? ¿A que se refería?; sin previo aviso salió de la habitación, se escuchó un poco de revuelo en lo que parecía ser la cocina y regresó antes de que la puerta termina de cerrarse con un vaso grande lleno de algo rojo que curiosamente al percibir su olor me volvió loco y no podía pensar en otra cosa que en las llamas que azotaban mi garganta.

Casi arranque el vaso con sangre de las manos de Carlisle, el sabor de ese líquido rojo era insuperable, calmaba las llamas de mi garganta y era totalmente refrescante.

No se cuantos vasos tomé; pero las llamas de mi garganta ya no quemaban mucho, aunque aún las sentía ahí, era como si hubieran bajado su intensidad al mínimo. A pocos minutos de tomar otro vaso sonó el timbre. Carlisle fue a abrir y una ráfaga de viento se coló por la puerta entreabierta trayendo el más delicioso olor que había percibido, se me antojaba incluso más apetitoso que el vaso lleno de sangre que acaba de tomar.

- Señor regrese otro día estoy demasiado ocupado-dijo en un tono muy seco.
En esos momentos un sabor amargo inundó mi boca, me dominaron mis sentidos y me abalance hacia la puerta, pero no logré atravesarla porque Carlise me empujó contra la pared con toda la fuerza posible haciendo que la pared se rajara. Traté de aflojar su agarre, sin duda el era más maduro y tenía mucha más experiencia, pero yo tenía una fuerza incontrolable.
Cuando logré liberarme de él, corrí hacia la puerta, pero no había nadie, ni una alma cerca de la casa. Un rugido de enojo surgió desde mi garganta; mi forma de reaccionar me desconcertó mucho, no podía pensar bien, todavía había muchos recuerdos y pensamientos que seguían rondando por mi cabeza, y aunque no me pertenecían tenía mucho que ver conmigo.

¿Esto era parte de ser un vampiro? Tal ves, no lo sabia. De repente todo el interés que tenía en averiguar las consecuencias de formar parte de ser un vampiro, se esfumaron y solo podía pensar en la sed que volvía y atormentaba mi garganta.

Carlisle vino con otro vaso y yo lo bebí sin pensarlo dos veces.

*Espero que ya este lleno este chico, porque ya no queda casi nada de sangre y a estas horas no creo poder encontrar más*

- ¿Disculpa? ¿Cómo y donde consigues la sangre?-
- La conseguí del hospital; al saber que tenía que transformarte en un vampiro, me tome prestado unos cuantos litros.
- ¿Y eso es legal?
- En realidad no; pero esta es una emergencia.
- Ah, lo entiendo; pero Carlise cuando no tomas la sangre del hospital, matas a…
- Animales Edward yo nunca mataría a una persona-

¿Eso era posible? ¿Beber sangre de animales en ves de la de humanos?
Era sorprendente, y no era por pensar que él pudiera matar a una persona, sino saber que un vampiro no fuera un asesino.

Entre a la cocina después de Carlisle y miré el reloj… eras las 6.30 AM

- Genial ahora tenemos que dormir en un ataúd-dije tratando de no ser muy sarcástico, pero sin éxito.

*Este chico ha leído muchos libros de leyendas mal relatadas o quizás ha escuchado esas historias que suelen circular por las calles; quizás también debe de pensar que no podemos entrar a una iglesia, que el agua bendita nos mata o que los ajos son nuestra perdición y que nos transformamos en murciélagos…*

- ¿Estoy en un error? está bien soy nuevo y no conozco las nada de esto, no tienes porque tratarme así- dije enojado.
- Pero si yo no he dicho nada – replicó Carlisle
- No creas que no te he escuchado, has dejado muy en claro que crees que soy un chico muy ingenuo, además ¿Cómo yo iba a saber que esas historias eran mentiras?, no es mi culpa que me guste leer libros ¿o si?
- ¿Espera como supiste todo eso?- Carlisle parecía confundido, pero si él mismo lo había dicho…
- Si lo acabas de decir, en realidad no se como haces para hablar sin mover los labios, pero lo has dicho.
- No Edward, yo no he dicho nada- *este joven esta afectado por el cambio, pero…*- Maldición, Carlise ¿como hablas sin mover los labios?

*… ¿Podía dejar solo a Edward? ¿Estaría bien?...*

- Claro que si, ¡no soy un niño Carlise!-dije muy enojado golpeando la mesa y rompiéndola por la mitad. ¡Dios que había hecho! – Yo… lo siento, no quise…
- No importa – dije Carlisle sin darle importancia – Pero, espera, yo no he dicho nada- ¿Por qué se hacia el desentendido?
- Oye espera yo no estoy loco, ¡tu eres el raro acá! Hablas sin mover los labios, me puedes escuchar murmurar y…
- Más respeto muchachito hay cosas que tienes que aprender porque nada es fácil en esta vida y ahora tampoco lo va a ser para ti- Carlisle habló con un tono un poco agrio y cortante.
- ¿A que te refieres con eso de que es más difícil para mí?- seguía sin entender el porque de todo eso.

Carlisle inspiró una gran bocanada de aire, al parecer quería tranquilizarse y luego habló
- Edward, ya te he explicado que yo sustituyo a las personas por los animales, para suplir mis… necesidades vampíricas, la sangre que has probado hace poco es sangre humana, donada si, pero es sangre al final.
- Eso no explica en nada porque la vida es más difícil para mí
- ¿No te haces una idea Edward?- *¿Cómo explicarle correctamente y de una manera que él lo pudiera entender?*- Ya basta, me estas volviendo loco, por favor habla moviendo los labios, no soporto que hagas eso-
- ¿Qué? Si yo no he dicho nada, solo estaba pensando, o acaso eso es un delito Edward.
- Si claro; estoy demasiado confundido como para que ahora…
- Tranquilo Edward, tranquilo-*Ahora hay algo más apremiante que hacer…*- ¿Qué cosa? ¿Qué es apremiante?
- Luego te lo explico, ven vamos tenemos muchas cosas que hacer- Carlisle se dirigió a la puerta trasera y yo lo seguí.


que sera la cosa tan apremiante que Carlisle le tendra que decir??, si comentan lo descubriran en el proximo cap!!

Ummmmm.... que nervios !!!!! jejeje. Esto es genial, estoy igual de entusiasmada que cuando me lei los libros jejeje. KIERO MASSSSS!!!!!!!

Graxias por leerme!!!!!, primero 1000 disculpas por la tardanza!! y segundo...... les dejo el cap 6, espero que lo disfruten!!!!!!; es desde la perspectiva de Carlisle!

Capítulo 6: Nuevo Compañero

“Porque la confianza
se gana poco a poco
Y para conseguirla
Hay un largo camino que recorrer”


*-*-*-*-*

Carlise POV

Había comenzado una nueva epidemia que amenazaba con acabar con las vidas de muchos humanos, y yo estaba encargado de las personas con las más altas posibilidades de vida.

Cuando llegué a la habitación me encontré con una mujer, muy simpática, de buena presencia, parecía tener un simple resfriado, mientras su esposo estaba demacrado, al ver su historial aparecía que ella se había contagiado por su esposo, y que era imposible separarlos; supuse que esa pareja estaba realmente enamorada. Al ir conociendo a la pareja de esposos me fui encariñando mucho más con los dos; al parecer tenían un hijo y lo habían nombrado tal como se llamaba su padre. Pero al señor Masen ya se le acercaba su fin por lo que mandé a llamar a su hijo Edward, la despedida fue muy dolorosa.

Edward, al saber que se había quedado solo con su madre, no se separó de ella ni por un momento y así se fue contagiando de la gripe española.

Sabía que había una pequeña esperanza de que tanto él como su madre se pudieran sanar, pero Edward cada día empeoraba, cada día estaba más débil y las probabilidades de sanarse eran realmente bajas; pero su madre seguía recuperándose de una manera asombrosa. Unos días después, todo se complico aún más.

Fui a comprobar el estado de Edward y de su madre, Elizabeth, con quienes me sentía emocionalmente ligado. Me di cuenta a primera vista de que ella tenía muy mal aspecto. La fiebre campeaba a sus anchas y su cuerpo estaba demasiado débil para seguir luchando por más tiempo.

Me acerque a su catre, la vida se le escapaba con cada respiración forzada que salía de su cuerpo, con cada tictac del reloj. Sin embargo, no parecía tan débil cuando me clavo los ojos desde la cama.
- ¡Sálvelo!- me ordeno con voz ronca, la única que su garganta podía emitir ahora.
- Haré cuanto me sea posible- le prometí al tiempo que le tomaba la mano. Tenía tanta fiebre que ella probablemente no sintió la gelidez antinatural de la mía. Su piel ardía, por lo que todo debía de parecerle frío al tacto.
- Ha de hacerlo- insistió mientras me aferraba con tanta fuerza que me pregunté si, después de todo, conseguiría sobrevivir a la crisis. Sus ojos, verdes como esmeraldas, eran duros como piedras – debe hacer cuanto esté en su mano. Incluso lo que los demás no pueden, eso es lo que debe hacer por mi Edward.

Esas palabras me amedrentaron. Me miraba con aquellos ojos penetrantes y por un momento estuve seguro de que ella conocía mi secreto, conocía que yo era un vampiro. Entonces, la fiebre la venció y nunca recobró el conocimiento. Murió una hora después de haberme hecho esa petición.

Había sopesado durante décadas la posibilidad de crear un compañero, alguien que pudiera conocerme de verdad, mas allá de lo fingía ser, pero no podía justificarme a mí mismo el hacer a otros lo que me habían hecho a mí.

Era obvio que al agonizante Edward le quedaban unas pocas horas de vida, y junto a él yacía su madre, cuyo rostro no conocía la paz ni siquiera en la muerte…

Las palabras de Elizabeth aún resonaban en mi cabeza. ¿Cómo podría adivinar lo que yo podía hacer? ¿Querría alguien realmente una cosa así para su hijo? Miré a Edward, que conservaba la hermosura a pesar de la gravedad de su enfermedad. Había algo puro y bondadoso en su rostro. Era la clase de rostro que me hubiera gustado que tuviera mi hijo.

Después de todos aquellos años de indecisión, actué por puro impulso. Llevé primero el cuerpo de la madre a la morgue; luego, volví a recogerle a él. Nadie se dio cuenta de que aún respiraba. No había manos ni ojos suficientes para estar ni la mitad de pendientes de lo que necesitaban los pacientes.

La morque estaba vacía, de vivos, al menos. Le saqué por la puerta trasera y le llevé por los tejados hasta mi casa.


Estaba muy confundido, nunca había trasformado a nadie y no sabía si era capas de detenerme al probar la sangre humana.

Me detuve un momento a recordar mi transformación, fue muy doloroso eso es lo que más recuerdo, eso y el olor de las papas podridas que me rodeaba. Yo no tuve a nadie que me educara en mi tiempo de neófito; sino que más bien fue por la fuerza de voluntada y el odio que me tenía, por haberme convertido en una de las criaturas que mi padre y yo mismo detestábamos y perseguíamos, lo que hicieron que me aferrara al estilo de vida “vegetariana”, de no probar la sangre humana.

Ahora tenía que salvar a un muchacho de la muerte, de tan solo unos 17 años, sin su consentimiento ni la más mínima aprobación. Pero no podía echarme para atrás, por más que quisiera.

Se lo había prometido a su madre, no me quedaba otra opción, era una promesa y tenía que cumplirla.

Estaba muy nervioso al comienza, no sabía por donde empezar y opté por imitar las mismas heridas que yo había recibido hacia ya tantos siglos en Londres. Después, me sentí mal por eso. Resultó más doloroso y prolongado de lo necesario…
Nunca mis labios habían probado la sangre humana, era dulce y refrescante y no estaba seguro de poder alejarme de ella, hasta que el grito de Edward me sacó de ese trance en el que había entrado, en el que solo existía la sangre humana y yo.

A pura fuerza de voluntad, me detuve alejándome de su cuello y tratando de controlar mis instintos que estaban reprimidos por tanto tiempo; la ponzoña empezó ha hacerle efecto inmediatamente.

Su corazón empezó a latir frenéticamente, buscando la vida, como si supiera que se le acercaba su fin. Era una lucha que estaba destinado a perder. Al poco rato los gemidos de Edward se fueron convirtiendo en gritos agudos de dolor, clamaba a gritos que lo matara, que acabara con el dolor, con la quemazón; mientras lo único que podía hacer era acompañando en su dolor, acompañándolo en todo momento y pidiéndole perdón por el dolor que le estaba causando. Estuve a su lado en los tres días que duro su transformación, no podía ir al trabajo, tenía miedo de lo que le pudiera pasar a este muchacho que no paraba de gritar. Cada cierto tiempo, con las disculpas venían las explicaciones, le decía lo que yo era y en que se estaba convirtiendo él, luego mas disculpas y así sucesivamente hasta que sus gritos fueron aminorando.

Justo cuando paso esto una nueva incógnita surgió en mi mente. Ahora el tema que me preocupaba era su alimentación… ¿sería igual a la mía? ¿Soportaría vivir sin la sangre humana?
Empecé a recordar como había sido para mí, era difícil, muy difícil. No estaba seguro de lo que hacia pero salí de la casa en dirección al hospital.
Entré al banco de sangre y cogí unas cuantas bolsas… ojalá bastarán… tal vez, si le hacia una comparación a lo que se tendría que enfrentar seria mucho más sencillo… y si estaba calmado mientras le explicaba mi estilo de vida, también ayudaría bastante.

Regrese a casa y parecía que la transformación de Edward estaba a punto de acabar. Su corazón galopo hacia su último latido parando definitivamente a los pocos segundos…

Edward no abrió los ojos al instante; tardo unos cuantos segundos en hacerlo, pero cuando esto ocurrió se agazapo en una posición defensiva pegándose a la pared y un rugido salio de su pecho mientras me enseñaba los dientes desnudos.

- Edward, tranquilízate - dijo con voz apacible, creo que primero debe beber lo que traje, será más sencillo, espero…

Apenas salí de mis cavilaciones sobre que hacer primero, vi a Edward con una cara de confusión, como si hubiera podido leer mi mente, algo que no podía ser.

No me paré a pensarlo y salí de la habitación, fui rápidamente a la cocina y vacié una de las bolsas de sangre, que había dejado fuera para que se descongelara a temperatura ambiente, en un gran vaso. Regresé antes de que la puerta terminara de cerrarse con el vaso lleno de sangre.

Edward casi me arrancó el vaso con sangre de las manos, eso calmaría lo suficiente su sed para poder hablar y poner las “reglas”.
Parecía muy sediento; no lo culpaba, los primeros meses eran terribles…, solo pensabas en la sed y en las llamas que atormentaban tu garganta.

A los minutos de que se tomara el tercer o cuarto vaso sonó el timbre, me acerque lo más rápido posible a la puerta… era el cartero. Lo boté enseguida, no podía poner a prueba a Edward de una manera tan masoquista, sabiendo que la sangre humana fresca, corriendo aun caliente por las venas de las personas, es deseable para un vampiro y mucho más para un neófito recién convertido hace unas cuantas horas.

Escuche a Edward viniendo hacia mí, voltee y lo empuje hacia la pared más lejana que encontré.
Aunque el era mucho más fuerte que yo, intente detenerlo el tiempo más largo posible, para que así el cartero se pudiera poner a salvo y no descubriera lo que somos.

Edward seguía desesperado por la sangre y logró liberarse de mí. Pero ya no había nadie, mientras el seguía buscándolo; fui a mi refrigerador y saque unos tubos de ensayo en los que había puesto un poco de la sangre que traje del hospital; los vacié en un vaso y se lo entregue. Bebió en total con lo anterior como cinco vasos de sangre… no era mucho, pero ya estaría calmado.

*Espero que ya este lleno este chico, porque ya no queda casi nada de sangre y a estas horas no creo poder encontrar más*

- ¿Disculpa? ¿Cómo y donde consigues la sangre?-parecía muy confundido y un poco avergonzado al hacerme esa pregunta.

Al principio me sorprendió que preguntara aquello pero no podía mentirle así que le respondí con la verdad
- La conseguí del hospital; al saber que tenía que transformarte en un vampiro, me tome prestado unos cuantos litros.
- ¿Y eso es legal?
- En realidad no; pero esta es una emergencia.
- Ah, lo entiendo; pero Carlise cuando no tomas la sangre del hospital, matas a…
-animales Edward yo nunca mataría a una persona- Vi como procesaba la información aunque eso al principio lo confundió al poco vi como su expresión se trasformaba en asombro y una leve esperanza empezó a crecer en mi.
Fui a la cocina con la intención de lavar los vasos de sangre, y me detuve a pensar cuanto tiempo había faltado al hospital, necesitaba salvar a más personas o atender a mis pacientes, y no podía darme el lujo seguir faltando al trabajo en medio de esta crisis en la que habían muchos muertos; y yo debía ayudarlos o siquiera intentarlo, ¡Cuánto odiaba regresar a casa para esconderme cuando había tanta gente muriendo!

Pero ahora ¿Cómo podría dejar a este chico solo? Era muy arriesgado siendo un neófito, y más si era de hace solo un día.
De repente escuche un murmullo a mis espaldas.
- Genial ahora tenemos que dormir en un ataúd-dijo en un tono muy sarcástico.

Me sorprendió mucho su forma de pensar de nosotros, los vampiros.

*Este chico ha leído muchos libros de leyendas mal relatadas o quizás ha escuchado esas historias que suelen circular por las calles; quizás también debe de pensar que no podemos entrar a una iglesia, que el agua bendita nos mata o que los ajos son nuestra perdición y que nos transformamos en murciélagos…*

- ¿Estoy en un error? está bien soy nuevo y no conozco las nada de esto, no tienes porque tratarme así-se defendió muy ofendido
- Pero si yo no he dicho nada
- No creas que no te he escuchado, has dejado muy en claro que crees que soy un chico muy ingenuo, además ¿Cómo yo iba a saber que esas historias eran mentiras?, no es mi culpa que me guste leer libros ¿o si?
- ¿Espera como supiste todo eso?- realmente me estaba asustando el extraño comportamiento de Edward y su forma de reaccionar.
- Si lo acabas de decir, en realidad no se como haces para hablar sin mover los labios, pero lo has dicho.
- No Edward, yo no he dicho nada- *este joven esta afectado por el cambio, pero…*
- Maldición, Carlise ¿como hablas sin mover los labios?
Edward se veía muy confundido, algo estaba mal en él.

El reloj empezó a marcar las 6.40 AM, había vuelto a faltar al trabajo, no quería que esta noche fuera igual ¿pero podía dejar solo a Edward? ¿Estaría bien?
- Claro que si, ¡no soy un niño Carlise!-dijo muy enojado golpeando la mesa y rompiéndola por la mitad. Se quedo anonadado ante tal hecho – Yo… lo siento, no quise…
- No importa – dije distraídamente – Pero, espera, yo no he dicho nada- ¿Qué le pasaba a este chico? Yo no nunca en toda esta eternidad había visto a alguien alterarse tanto con una transformación.
-Oye espera yo no estoy loco, ¡tu eres el raro acá! Hablas sin mover los labios, me puedes escuchar murmurar y…
- Más respeto muchachito hay cosas que tienes que aprender porque nada es fácil en esta vida y ahora tampoco lo va a ser para ti- Estaba realmente enojado, no me gustaba que me faltaran el respeto y él lo había hecho; pero tenia que mantener la paciencia, solo tenia un día de existencia…


- ¿A que te refieres con eso de que es más difícil para mí?

Espere un poco de tiempo para poder tranquilizarme y antes de hablar tomé una bocanada de aire, no es que la necesitara pero ya era una costumbre.
- Edward, ya te he explicado que yo sustituyo a las personas por los animales, para suplir mis… necesidades vampíricas, la sangre que has probado hace poco es sangre humana, donada si, pero es sangre al final.
- Eso no explica en nada porque la vida es más difícil para mí
- ¿No te haces una idea Edward?- en realidad no sabía como explicárselo; no sabia por cuanto tiempo más iba a durar el “Edward civilizado”, pero aún me miraba con una intriga y con cara de descontento, ¿Cómo explicarle correctamente y de una manera que él lo pudiera entender?
- Ya basta, me estas volviendo loco, por favor habla moviendo los labios, no soporto que hagas eso-dijo muy enojado.
- ¿Qué? Si yo no he dicho nada, solo estaba pensando, o acaso eso es un delito Edward.
- Si claro; estoy demasiado confundido como para que ahora…
- Tranquilo Edward, tranquilo-¿Qué le estaba pasando a este muchacho? Bueno me ocuparía de esto después. *Ahora hay algo más apremiante que hacer…*- ¿Qué cosa? ¿Qué es apremiante?
- Luego te lo explico, ven vamos tenemos muchas cosas que hacer- me encamine hacia la puerta trasera sintiendo como Edward me seguí con gran determinación.

Llegamos a paso humano al bosque y Edward seguía atrás mío. No hablamos durante el trayecto, pero ya era tiempo de poner las reglas.

- ¿Qué reglas?-pregunto muy intrigado como un niño.
- Primero lo primero, tienes que prometer que lo harás por más que te parezca aburrido, ridículo o no le encuentres ningún sentido.
- Claro lo prometo.

ia se, ia se; se que no descubrieron que era la cosa tan apremiante que dice Carlisle; pero no queria borrar este cap!!....... ahora si les prometo k para el cap 7 van a encontar las respuestas!!!
COMENTEN PARA QUE PUBLIQUE EL SIGUIENTE!!

*o* Eres una genial escritora ! Sigue así !


Cass

Esta genial

vaya
que wen fic
creo q esta mejor que los q escribo yo
jajaja
pronto los posteare
sigue por fa

Aquí tienes otra admiradora me encanta sigue asi

Hola chic@s!!, aqui regreso despues de... mucho tiempo jejje. Aqui les traigo el cap 7 que acaba de terminar de ser escrito jejeje, disfrutenlo!... ahhh, una cosilla mas, ahora los pensamientos estan asi: -la oracion ; ya modificare tambien los anteriores caps jeje, ahora si, disfruten del cap 7

Capitulo 7: Primera Caza

“Las nuevas experiencias
siempre traen consigo
nuevas enseñanzas, que muchas veces,
te dejan mucho mas confundido
que si no las hubieras vivido”

*-*-*-*-*

Edward POV

Habíamos llegado a un bosque cercano, no se porque caminábamos tan lento; yo quería correr, correr sin parar y sentirme vivo, gritar al mundo que no había muerto mientras el viento azotaba mi cara.

Carlisle seguía hablando para sí, o eso parecía. Lo estuve escuchando un rato, pero me aburrí muy rápido. Mis pensamientos iban mezclándose con las cosas que hablaba Carlisle, ambos se juntaban y retorcían tanto que me mareaba y confundía…

-…Ya es tiempo de poner las reglas-
- ¿Qué reglas?- le pregunté ¿es que había reglas para un vampiro?
- Primero lo primero, tienes que prometer que lo harás por más que te parezca aburrido, ridículo o no le encuentres ningún sentido.
- Claro lo prometo.
- Cierra los ojos
- ¿Ah?..., ¿Qué?,… ¿Por qué?- Esto no tenia ningún sentido, no entendía nada ¿Por qué me decía que hiciera eso? ¿Para eso me había hecho prometer que lo haría?
- Lo prometiste Edward
- Vale, vale, ya lo hago

Me parecía estúpido, pero lo hice… casi al instante en el que deje de mirar comprendí porque lo hacia; sentía todo con inusitada claridad, los sonidos eran nítidos y totalmente cristalinos, mi olfato entro en acción y saboreaba cada olor de una manera nunca antes experimentada; capté un olor dulce y refrescante; algo, aunque no tan delicioso, que parecía ser lo que quería mi cuerpo.
-Sigue tus instintos…- me susurro Carlisle; abrí los ojos de golpe y me lancé precipitadamente a donde sabia encontraría lo que tanto ansiaba.

No muy lejos de donde me encontraba estaba un puma, el fuego en mi garganta llameo, mis músculos se tensaron preparados para la caza y sentí el flujo fresco de algo entre ácido y amargo en mi boca. Me agazapé y salte sobre aquel felino directamente a su garganta, sus zarpas contra mi piel eran tan suaves como plumas y parecían acariciarme en vez de tratar de liberarse. Me costó menos esfuerzo que si estuviera mordiendo mantequilla, mis dientes eran como cuchillas de acero muy afiladas. Cortaron a través de la piel, la grasa y los tendones como si no estuvieran allí.

El animal gimió, pataleo y trato de soltarse de mi agarré, pero todos sus intento fueron inútiles; poco a poco sentí sus fuerzas disminuir al igual que los latidos de su corazón. El sabor no era muy bueno, pero la calidez de su sangre irradio por todo mi cuerpo, calentándome por completo y suavizando la sed que ardía en mi garganta.

El puma murió y al poco rato se quedo vació aunque seguí aferrándome al cuerpo inerte del animal.

-Edward ya basta- me dijo Carlisle
-No…
-Ya esta muerto, no queda nada de sangre en él
-No, debe de haber…, tiene que haber…- seguí en la misma posición tratando de obtener un poco más de sangre, aun no me sentía satisfecho… aun quería más…
-Edward, ya no queda nada-

Me aleje del animal a regañadientes y me erguí mirándome… ¡estaba hecho un desastre!: mi camisa estaba rota dejando mi pecho al descubierto, mis pantalones estaban totalmente sucios y manchados de sangre.

-¿Porqué no estoy satisfecho?- le pregunte a Carlisle un poco enojado, como era posible que después de toda la sangre que había consumido aun tuviera sed.
-Porque aun eres joven, al ser un neófito es más… difícil controlarse-
-¿Neófito?
-Un vampiro recién convertido como tú: tienes más fuerza y velocidad en tu primer año de vida pero también solo piensas en la sed y es más difícil controlar tus impulsos y emociones.

Así que era natural las ansias de sangre que tenia… eso me hacia sentir algo mejor, pero aun tenia sed…
-¿Cuánto más querrá beber hoy…?
-Creo que una vez más estaría bien, solo por si acaso
-¿Qué?- me pregunto Carlisle extrañado, odiaba que hiciera eso
-Que voy a cazar a un animal más… aunque no creo que halla otro puma por aquí
-Puedes cazar siervos, hay muchos por aquí… ¡si, caza uno! – dijo de repente entusiasmado con la idea

Esta vez no cerré los ojos, me lance directo hacia donde mi olfato me guiara; el olor no me parecía muy deliciosos pero por lo menos podría llevarme algo caliente y húmedo a la boca. Escuche a un grupo de ciervos, parecían despreocupados… me lancé a por el macho mas grande directo a su garganta, su corazón latía rápidamente e intento liberarse sin ningún éxito; el resto de la manada salio huyendo en cuanto me vio y el macho que cogí termino seco al igual que el puma.

Al erguirme sentí la mano de Carlisle en mi hombro.
-¿Sientes la diferencia entre cada sangre?
-Si…- la respuesta llego a mis labios como un acto reflejo- la humana es la más deliciosa, dulce y refrescan…-
-Olvídate de la sangre humana porque no la volverás a probar- me corto Carlisle un poco severo
-La animal no es tan deliciosa…- proseguí un poco irritado, si quería que me olvidara para que me decía que le diera la diferencia entre cada una- pero ¿Por qué el puma sabia mejor que el ciervo?
-Porque el ciervo es herbívoro. Los carnívoros huelen más parecidos a los humanos- me explico
-No se le acercan ni un poco a los humanos- discutí intentando no recordar el sabor de la sangre donada sin mucho éxito- ¡pero… la sangre humana es más dulce y calida!
-¿Y?, no puedes pasarte toda la eternidad bebiendo sangre donada para saciar tu sed ¿Acaso quieres ser un asesino? ¿Quieres matar personas?
Eso me descoloco, no lo había pensado en esa manera, no ha conciencia… era cierto que, si empezaba a beber sangre humana, tendría que matarlos y por ende ser un asesino…
-Noo…, nunca haré eso, lo prometo- dije un poco desesperado
-Entonces vete olvidando el sabor de la sangre humana, se que es difícil pero es lo mejor para todos

Asentí con la cabeza y nos dirigimos de vuelta a la cabaña. Carlisle parecía un poco más tranquilo que ante, o eso decía sin mover los labios, mientras que yo estaba más confundido ante aquel acontecimiento.

Espero que les gustara, me costo un poco escribirla jejej, prometo no tardarme tanto para el siguiente cap!, comenten!

WoW *-* está genial.

definitivamente me gusta muxo muxo sige por fa

esta genialll^^
sigue asi!!!


Soy un sueño, un imposible, vano fantasmas de niebla y luz, soy incorpórea, soy intangible, no puedo amarte...