¿Tiempo de huir?

Milagrosamente la clase había terminado, hoy particularmente me había parecido un fastidio "¿Para qué necesitaba yo saber el funcionamiento de un microondas? ¡Como si fuera a utilizarlo para calentar mi comida!. Seguía prefiriendo la comida fresca... y caliente". Puse los ojos en blanco y me apresuré a guardar mis cosas justo a tiempo para ver a Balthazar detenerse en la puerta, parecía estar buscando a alguien.

- ¿Me buscabas? - pregunté intencionalmente conociendo la respuesta, no podía entender qué veía en esa niña - estaba pensando en organizar una fiesta en el bosque - agregué rápidamente sin darle tiempo a contestar mi primera pregunta - que dices...¿me acompañas? un caballero como tú no puede negarse.

Ensanché mi perfecta sonrisa al oír su último comentario. Yo misma me encargaría de que nada más lo mantiviera ocupado ese día.

- ¡Perfecto! sin duda esta será mejor que la anterior - afirmé jugando con la orilla de mi falda. En ese mismo momento uno de los alumnos humanos pasó por nuestro lado torpemente, era fácil reconocer ese corte de pelo tan desprolijo y esa ropa desgastada - aún no comprendo como es que los admitieron, no es justo que estén en el mismo sitio que nosotros y que tengamos que soportarlos como iguales - dije con fastidio mientras veía a Vargas alejarse - para nuestra fortuna tendremos "aperitivos" frescos en la fiesta y mucha bebida para dejarnos llevar... - volví a centrar mi atención en Balthazar recorriendo la musculatura de su brazo con mi mano.

- ¿Talento? ¡Son humanos Balty! - dije incrédula, pero asegurándome de que mi voz sonara dulce.

Si algún defecto le cabía a él era precisamente éste, darle demasiada importancia a las "cosas" que no valían la pena, y un claro ejemplo era Bianca. No comprendía como era que Balthazar no lo veía, él era el chico mas popular de la Academia y por razones obvias, recorrí con la mirada su musculoso cuerpo y sonreí satisfecha, y yo por otra parte era el mejor partido que un hombre pudiera soñar. Simplemente seríamos la pareja perfecta... otra vez, con la diferencia de que ahora no lo dejaría escapar.

- ¿Qué llevarás puesto en la fiesta? ¡Sería estupendo que vayamos combinados! - preferí cambiar de tema, no quería darle una excusa para enfadarse y dejarme plantada.

Estábamos hablando y sin embargo parecía estar muy preocupado buscando algún tipo de escapatoria para no estar a solas conmigo. La sonrisa que hasta entonces se había mantenido intacta en mi rostro amenazó con esfumarse, ¿es que acaso no se daba cuenta de la cantidad de chicos que desearían estar en su lugar ahora? Sin embargo preferí guardar la calma y aprovechar aquel momento de distracción para asegurarme de que un botón de mi blusa se desabrochara accidentalmente dando un mejor panorama de mi escote.

"Combinados" enarqué una ceja al oírlo y deposité el peso de mi cuerpo en una sola pierna cambiando de posición.

- Si vamos por lo que me quedará bien podemos elegir cualquier color de la escala cromática - protesté llevando una mano a mi cadera, estaba logrando acabar con toda mi buena predisposición. Suspiré y cerré lo ojos como si él no estuviera, intentando calmarme; para cuando los abrí una sonrisa volvía a adornar mi bello rostro - ¿Qué opinas del celeste? resaltaría tus hermosos ojos - acorté la distancia que nos separaba casi inconscientemente, podía sentir su aroma tan... varonil - ¡Oh! y claro está que también haría juego con mis ojos - añadí como si lo acabara de descubrir alejándome de él rápidamente - Tenemos tantas cosas en común Bathazar... - agregué mas como si fuera un pensamiento en voz alta que si estuviera dirigido a él directamente.