Me derrumbé en un lavabo, intentando remover el maquillaje corrido de mis ojos. Solo me pasaba delineador diario, solo para resaltarlos un poco. Esa vez, no me había puesto algo anti-agua, y fué un grave error, porque estuve llorando. Maldito de Robert, maldito Womanizer, me lavé la cara, por fin removiendo toda la hilera negra que corría por mi mejilla, y se seguía corriendo. Mis ojos ahora solo brillaban, ya no lloraba. Tomé el pequeño escudo que llevaba de collar a todas partes, tenía un pequeño león, con un copo de nieve como corona, y debajo decía Lommy. Dentro, había una foto mía, cada año debíamos renovar nuestra foto, los de la familia. Apreté el escudo, y recordé a mi madre, y una sonrisa salió de mis labios, ella, siempre estaba conmigo, dejé de llorar, y cerré el escudo, volviendolo a colocar en la cinta de terciopelo negra, y colgandola de mi cuello.