INGLATERRA Viaje de "estudios" (Edgar)+18

"Un viaje de estudios" dijo Bella. Con "estudios" ya empezé a poner cara de pereza, pero a ella se la veía emocionada. No la podía decir que no. De hecho sería la primera vez que estuviera con ella fuera de Medianoche, había que aprobecharlo. Y así me salvaría del repaso de las clases de Carl, quien se estaba aprobechando dándome órdenes.
Cuando por fin estuvimos en aquel lugar, después de un viaje bastante pesado, puesto que pasamos por encima de bastantes ríos, que estaban en demasiado movimiento. Bella no se dió cuenta porque estaba acostumbrada a verme siempre pálido. Cuando llegamos al hotel me tumbé en la cama, con los brazos bien abiertos, "Por fin" me dije. Me dí una ducha y salí al encuentro de Bella en el vestíbulo. Un paseo sin profes ni compañeros cotillas, estupendo. Cuando llegué no esperaba ver a una diosa en todo su esplendor. Bella ya era muy bonita, pero ése vestido le quedaba increíble. Avanzé hasta ella, hasta que estuve pegado a su espalda.
-Disculpe señorita- dije en tono burlón- Busco a mi novia, ¿la ha visto?
Ella me sonrió, y yo le devolví la sonrisa.
-Fuguémonos juntos, seguro que a ella no le importa.

Le sonreí y la rodeé la cintura con los brazos, dibujando una sonrisa de aprobación ante su respuesta- Eso me gusta- susurré mientras le daba un beso, y saboraba sus labios- Esta es mi tarjeta de invitación, para que te fugues conmigo, ahora sólo es decisión tuya.- No acababa de adaptarme a ver a una Bella rubia, aunque a ella le quedaba muy bien, pero me había adaptado a su melena castaña- Bonito look- la alagué mientras le agarraba un mechón de pelo para comprobar su textura, ya que con los rayos del sol brillaba como el oro.

Puse una mirada pícara, cuando aceptó mi invitación. Sabía que la aceptaría, me consideraba buena besador, no un experto, pero si bueno, o al menos eso me decían.- Creo que te quedarían todos bien- opiné ante su idea de teñirse el pelo- Pero no te lo vayas a poner verde o azul- me jacté- Aunque de azul serías una pitufina muy linda.
En el vestíbulo todo el mundo se paraba a mirarnos, ya que estábamos situados a mitad de paso, y estábamos tan juntos que llamábamos la atención.

Asentí ante su oferta de que salieramos de aquel lugar para dar un grato paseo. Ya me estaban empezando a incomodar la panda de mirones- Vamos- dije mientras le daba un apretón de manos y salíamos del hotel- ¿Te apetece que vayamos al Hyde Park? Es muy bonito, y para pasear nos vendría de perlas.
No era la primera vez que estaba en Inglaterra. De hecho me crié allí. Me sabía todos los lugares ideales, y a qué sitio ir según las cosas que buscaba.

Me dí cuenta de que el que estaba acostumbrado a perderse por las calles sin rumbo, era solamente yo. Bella no aprobaba que la llevara hasta Hyde Park andando. Pero los demás lugares que solía frecuentar no eran aptos para mujeres que no cobraran por sus servicios- Está bien- asentí, ya que no me conocía más lugares cercanos- ¿Hay algun estanco de camino?- pregunté, ya que necesitaba comprar tabaco.

Entorné los ojos a modo de protesta. Pero que injusta era, yo no le prohibía nada. No podía quitarme mi más preciado vicio. Llevaba fumando desde los once años.-Ojo por ojo guapa- dije a modo de burla- Si yo no fumo, tú no comes- no se me ocurría qué vicio quitarle, aunque sabía que comer no era un vicio para ella, era su manera de sobrevivir- y no me vengas con que si no comes te mueres, porque si yo no fumo me muero también.

¿¿¿Qué???¿Como que no besos? ¿Cómo podía quitarme los besos? La miré de reojo con cara de no estar para nada de acuerdo con ninguna de sus dos propuestas- ¿Y cómo te sentara si no me lavo los dientes?- no era una pregunta lo dije como una amenaza- No me los pienso lavar si me quitas el tabaco, y yo bebo sangre y te aseguro que ése mal aliento es horroroso, y tendrás que besarme igualmente- ella me miró como si fuera un cerdo, y entonces fuí tachando la idea- Pienso hacer pucheros como un niño, aquí y en plena calle.

Empecé a pensar posibles razones por las que me podría permitir fumar. Pero nome aprobaría ninguna. "Así es la vida del comprometido" me dije interiormente, y esa voz sonaba burlona, como si se estuviera riendo de mí- Lo intentaré- suspiré resignado- nose como será mi recuperación pero lo intentaré- volví a suspirar, nunca me habría imaginado dejando mi vicio más preciado- y me seguiré lavando los dientes.

Al comprobar que quería que paseáramos abrazados, le pase mi brazo po su hombre y la atraje hacia mí, me gustaba que fuera cariñosa y mandona.-¿Tienes idea de como acabarán tus labios?- le pregunté divertido, me la estaba imaginando echándose bálsamo y mirándome como el culpable que era, por dejárselos rojos y doloridos.-Aunque me parece una muy buena idea.

Le sonreí y le dí un beso en la mejilla- ¿Como no iba a querer besarte pucheritos?- bromeé, habíamos pasado justo por al lado de un estanco y aún así emprendimos la marcha. "Adios amores mios", me despedí internamente de mi vicio. Siempre podría fumar a escondidas, pero Bella tenía pinta de ser muy observadora, seguro queme olería y me diríra "¿Has estado fumando?". Y entonces me metería en una discusión en la que saldría perdiendo yo, de seguro- Como luego digas que no te quiero, te vas a enterar...- le advertí, ya que estaba dejando algo que había dado por imposible.

La miré como si fuera a decir que cometería homicidio, y entonces...-Te dejaré sin aire- y de repente comencé a aspirar bocanadas de aire, una y otra vez. Bella me miró como si estuviera loco. Tenía pensado decir que la dejaría jadeando de placer, pero no sabía como reaccionaría. Bella era una chica dulce, no como yo pensaba en un principio. Estaba seguro de que sólo iba de flor en flor, y de que le importaban poco el amor, puesto que así también era yo. Pero la notaba delicada, no sabía qué me pasaba ultimamente. Sobre todo cuando estaba con ella.- ¿No crees que me estoy volviendo un poco rarito?

No sabía muy bien como explicárselo. Yo siempre era de los que me encontraban tirados en un callejón después de una buena juerga. De los que nunca me importaban lo que pensaran los demás puesto que siempre me creía lo más. Me sentía extraño actuando de otro modo- Parezco idiota, y todo porque nose como actúa un novio. Pero tranquila, se me irá pasando.